En defensa de las escuelas públicas y democráticas:

Desde mi humilde opinión considero que las escuelas públicas deben de ser democráticas, regirse por valores sociales como son el compañerismo, la solidaridad, el respeto, la tolerancia, el amor al prójimo, la colectividad, si queremos que todos y todas seamos iguales y no se sigan dando las desigualdades sociales es necesario defender un modelo de escuela en la que su funcionamiento orgánico sea democrático, no haya autoritarismo, ni violencia, lo que debe darse es una relación de respeto entre el profesorado y el alumnado y entre el profesorado consigo mismo y el alumnado con ellos y ellas mismos y mismas y a su vez con los padres y madres de los alumnos y alumnas, una sociedad debe basarse en la tolerancia y el respeto al prójimo y el compañerismo, los humanos somos seres sociales, tenemos que dialogar con los demás y llegar a un entendimiento mutuo, así es como nos realizamos como personas y nos hacemos más humanos, dejando a un lado los egoísmos y el consumismo que tanto impera en esta sociedad basada en el pensamiento neoliberal y en el capitalismo salvaje, cuando educamos en los valores democráticos estamos favoreciendo la defensa de la libertad individual y a su vez la defensa de la libertad colectiva porque ambas se complementan, no pueden darse en las escuelas, el acoso escolar entre alumnos y alumnas o entre profesores y profesoras o entre profesores y profesoras y alumnos y alumnas, por el contrario deben verse como iguales y potenciar lo que les une que es mucho, su condición de seres humanos y la defensa de los derechos humanos. Una escuela democrática debe tener por objetivo la defensa del multiculturalismo, la lucha contra la exclusión social, contra el racismo, contra la xenofobia, contra la violencia de género, contra el acoso escolar, la defensa del débil, la defensa del homosexual o lesbiana o transexual, el inmigrante, es decir defender la igualdad de derechos de todas las personas y culturas del mundo así como favorecer actitudes que permitan el pensamiento crítico de las personas y la autonomía, la libertad y alternativas al consumismo para favorecer nuestra condición de ciudadanos y ciudadanas y no solo objetos al servicio de la economia que nos quiere convertir en cosas y no en personas, si creemos en los seres humanos debemos educar para hacerlos más humanos y no en entes abstractos al servicio de la economia, el ser humano es un ser en si mismo, educar en ser y no tanto en tener, ese es un camino que merece pena recorrer pero hay que hacerlo con decisión, humildad,compromiso, solidaridad y responsabilidad, es tarea de todos y todas y somos necesario, la unión hace la fuerza y conduce a la esperanza