lunes, 3 de diciembre de 2012

Ministro Wert: Dimision Ya

A estas alturas, a nadie se le escapa que las políticas del ministro de Educacion, Ignacio Wert, están encaminadas al ataque y desaparición de nuestro sistema de Educacion publica y gratuita. El desmantelamiento de una obra (ahora con minúsculas, luego hablaremos de la otra) que tanto tiempo y esfuerzo ha costado construir. Quizás porque lo que se está pretendiendo es recuperar una enseñanza inmersa en la nostalgia franquista: insolidaria, injusta, clasista, machista, elitista, sexista y segregadora, en la que sólo se sientan confortablemente arropadas determinadas personas, en razón de sus recursos economicos. Y todo ello aderezado con la oculta (¿) pretensión de convertir la Educación en un negocio, al tiempo que favorecer el también negocio de la enseñanza privada y concertada, y si existe ideario religioso mejor que mejor; como se demuestra en la permanente canalización de fondos (les llamen como les llamen: subvenciones, ayudas destacadas...) a colegios y escuelas del Opus Dei, verdaderos apartheids en razón del sexo, la religión y la clase social; conceptos todos ellos profundamente alejados del también ideario de una sociedad democrática y plural. Ignacio Wert ya ha dejado más que patente el hecho de ser el peor ministro de Educacion en la historia de nuestra democracia. El ministro que mas ha atacado a la Educacion publica: el que mas recortes ha realizado y quien más habra de recordar el alumnado, el profesorado, los sindicatos de estudiantes y las asociaciones de padres y madres. Y ante todo ello, permítaseme la reflexión intencionada, abren sus plumas con placer sectas como el Opus Dei, encantadas de ser la minoría favorecida, de mantener su status (casposo hasta lo indecible) y de disfrutar de privilegios a costa de recortar derechos sobradamente reconocidos. Por eso, conocidos estos y muchos otros argumentos, quiero decirle al señor Wert que dimita, y que dimita YA, porque buena parte de la ciudadanía (incluida “la silenciosa” que hacen suya, pero que no les vota) se opone rotundamente a esa Ley de educación con que nos amenaza, a la subida del IVA, del material escolar, de las tasas universitarias, al aumento en las ratios de alumnado en las aulas de centros públicos, a los recortes en investigacion, al despido de profesorado, al recorte en profesorado de apoyo a quienes mas lo necesitan... Nos oponemos, en fin, a la privatizacion de la educacion publica y a que este gobierno de Rajoy pretenda convertir la Educacion en un negocio donde los rendimientos económicos sean el valor fundamental a defender. Y por supuesto, queremos también que se acaben de una vez los conciertos y las subvenciones a colegios y escuelas del Opus Dei, primero porque son privados y segundo porque atentan gravemente contra la igualdad entre hombres y mujeres. Señores Wert y Rajoy, ustedes, con la ya increible excusa de la crisis economica, están llevando a cabo la plasmación de lo que verdaderamente desean ocultar: su ideologia neoliberal, ultraconservadora, antisocial y clasista. Una ideología nostálgica de aquella otra, tan franquista ella, en la que el alumnado era separado por sexos y en la que sólo podian permitirse “el lujo” de estudiar las personas con recursos economicos. Señores Wert y Rajoy, entérense ya!, la ciudadanía seguirá luchando por una educacion pública, universal, de calidad, gratuita, laica, que eduque en y para la igualdad real y de oportunidades entre hombres y mujeres, en y para la democracia, y que fomente la solidaridad, el humanismo, la empatía y el respeto a las distintas culturas, personas, países y la pluralidad de ideas. Por eso, señor Wert, defenderemos siempre y en todas partes la Educacion Pública (con mayúsculas), del mismo modo que nos opondremos a su modelo clasista, insolidario, sexista, machista, elitista, segregador y antidemocrático, en buena medida plamado en su LOMCE (Ley Organica de Mejora de la Calidad Educativa): elitista, segregadora, excluyente, clasista, machista, antisocial, antidemocrática. E incluso desalmada con las personas más necesitadas. No está usted a la altura de conducir un Ministerio. Márchese señor Wert, por la puerta grande, por la de atrás, o incluso por la de emergencia, que sería la más propia

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